Nikon se ha propuesto asaltar el dominio de Fujifilm en el territorio de las cámaras con sensor APS-C. Lo hace adoptando una filosofía de diseño que fue uno de los ingredientes de éxito de la Serie X: controles de disparo físicos y estética clásica. Con la Nikon Z FC, la marca sube a la montura Z al carro de lo retro. Y, aunque tarde, lo hace desempolvando sus mejores armas: una oda a la Nikon FM2. Todo en el nuevo modelo es una recreación mirrorless de esa cámara icónica de los 80.
📆 La Nikon Z FC llegará a los escaparates a finales de julio a un precio de 999€ por el cuerpo, de 1149€ por el kit con el zoom Nikkor Z DX 16-50mm f/3.5-6.3 VR Silver Edition y de 1250 por el kit con el nuevo Nikkor Z 28mm f2.8 SE.
Esta vuelta a lo retro no es nueva en Nikon. Ya lo intentó con la Nikon DF, una cámara réflex digital con diales manuales muy similares, aunque su un éxito fue discreto. Posiblemente, el traslado de este diseño a la montura Z pueda ser atractivo para un grupo de fotógrafos más amplio: tanto la elección de un sensor APS-C como la arquitectura sin espejo permite reducir mucho el tamaño y el precio de la DF original.
La Nikon Z50 como base: si algo funciona, no lo toques
¿Qué hay de nuevo en las entrañas de la Nikon Z FC? Más bien poca cosa. Sus características son idénticas a lo que nos encontramos en la Nikon Z50:
- Sensor CMOS de formato APS-C de 20,9 megapíxeles, capaz de capturar imágenes hasta ISO 51200.
- Procesador EXPEED 6.
- Sistema de autoenfoque híbrido de 209 áreas, con una cobertura del 87% del encuadre en horizontal y 85% en vertical.
- Ráfagas a una cadencia máxima de 11 fotogramas por segundo.
- Ranura para tarjeta SD con compatibilidad con UHS-II de alta velocidad.
- Posibilidad de cargar la cámara a través de la conexión USB-C. El puerto de la Z50 era micro USB, con carga más lenta.
- Vídeo 4K a 24p/30p y Full HD hasta 120p.
- Conectividad WiFi/Bluetooth.
- Compatibilidad con el adaptador FTZ.
Visor y -por fin- pantalla articulada
La Nikon ZFC mantiene las mismas especificaciones que la Nikon Z50 en su visor electrónico OLED de 2,36 millones de puntos y una magnificación de 0,68x. El acabado exterior de su ocular es circular, mimetizando al de la Nikon FM2.
También se mantienen las características de la pantalla la Z50: superficie de tres pulgadas con 1,04 millones de puntos de resolución e interfaz táctil. Eso sí, el monitor hace uso por primera vez de un sistema de articulación completo en todas las direcciones, algo que es de especial utilidad para grabación de vídeos, vlogs y disparos desde ángulos complicados.
Construcción ligera, manejo clásico
Con un cuerpo de aleación de magnesio y un peso de sólo 390 gramos, la Nikon Z FC es una cámara sin espejo compacta especialmente diseñada para usar objetivos ligeros como el zoom Z 16-50mm. El agarre es plano, algo lógico para un cuerpo de estas características, si bien los maniáticos del agarre tendrán a su disposición un grip opcional (Nikon GR-1) para poder empuñar la cámara con más seguridad.
La personalidad de la Nikon ZFC está determinada por los tres diales situados en la parte superior del cuerpo. Sus funciones son las de seleccionar la sensibilidad ISO, la velocidad de obturación del diafragma y la compensación de la exposición de la captura. Este es el principal gancho para atraer a un nutrido sector de nostálgicos de la fotografía química en general, y de las Nikon más emblemáticas en particular.
Otras elementos de control que conceden más atractivo a esta Nikon Z FC son el panel LCD superior con la información sobre la abertura del difragma, el botón i y el menú i. Los dos últimos son de función configurable y permiten cambiar un buen número de parámetros de disparo a golpe de botón.
Dos nuevos objetivos y una duda existencial
Pero tanto o más interesante que la llegada de esta Nikon ZFC es la recuperación del sabor clásico de la línea Special Edition (SE) de Nikon. Con el nuevo Nikkor Z 28mm F2.8 SE podemos sacar todo el jugo retro a la estética del equipo fotográfico. Se trata una óptica para sensores de formato completo, aunque su focal se convierte en un versátil 42mm en APS-C. Tanto sus dimensiones como su peso casan bastante bien con los cuerpos de sensor de formato recortado.
El otro objetivo presentado es una variante plateada del Nikkor Z DX 16-50mm f/3.5-6.3 VR a la que se le etiqueta como «Silver Edition». No hay diferencias con la edición original más allá de combinar mejor con la nueva Nikon F ZC.
¿Nace muerta esta Nikon Z FC?
Hay muchos fotógrafos que se pirran por esta estética clásica y los controles manuales de los que hace gala la Nikon Z FC. La cámara es bonita y su base interna idéntica a la Nikon Z50 es garantía de buen rendimiento. Su precio de 1000€ no se nos antoja excesivo teniendo en cuenta el plus de exclusividad de su diseño.
El problema de la Nikon Z FC, que hereda de la Nikon Z50 y que, de alguna manera, hereda también de las réflex Nikon APS-C, son la falta de un parque de ópticas DX dedicadas. Con apenas un par de objetivos zoom de gama básica para APS-C es muy difícil atraer al perfil de usuarios más «entusiastas» al que va dirigida esta Z FC.
La ofertas de Sony y -sobre todo- de Fujifilm en el territorio APS-C sin espejo es mucho más atractiva que la de Nikon, con decenas de objetivos dedicados para ese formato de sensor. En el caso de Fujifilm, la alternativa retro lleva ya casi una década en el candelero y cámaras con la X-T30 o la X-E4 son cuerpos más baratos y con un arsenal óptico muy superior.
Si bien hay ópticas full frame como el último Nikkor Z 28mm F2.8 que pueden funcionar bien con la Nikon Z FC, la cobertura del formato completo es un lastre en peso difícilmente soportable en según qué focales y grados de luminosidad máxima. el éxito de los cuerpos APS-C de la marca dependerá de si es capaz de lanzar un par de objetivos fijos DX de calidad o si, al menos, consigue atraer la atención de terceras marcas para adaptar sus propuestas a la montura Z.